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MODELOS DE CARRUAJES
COCHE DE COLLERAS

Fue uno de los coches más representativos del siglo XVIII. La collera era el nombra que recibía la pareja de mulas o caballos que estaba unidos por un collar o yugo. Era una especie de carroza de 4 plazas y 4 ruedas, poco elegante, sólido y de suspensión regular. El motor lo formaban 6 mulas, unidas de dos en dos, y separadas por los tiros.

Lo conducían un mayoral y un zagal colocados en el pescante y recorría una media de 60 km/h a una marcha al galope, trote y paso. Un viajeros que recorría España en el siglo XVIII hizo esta descripción de tan singular transporte:

"Yo permuté mi coche por un carruaje poco elegante que los españoles llaman coche de colleras, en el que aprender a viajar cuesta algunos ratos de inquietud. Es un vehículo más sólido que cómodo, tirado por 6 mulas que no tienen otro estímulo ni otro freno si no es la voz de sus conductores.

El viajero, al ver estas mulas enganchadas, entre ellas y el timón, por simple cuerdas y correr errantes como a la aventura sobre los caminos tortuosos y a veces poco explanados de la Península, se cree abandonado al destino de la Providencia".

BERLINA

Su nombre tiene su origen en la capital alemana de cuando existía un coche de 4 ruedas y 2 plazas que hacía el trayecto Brandenburgo-Berlín. Su uso y fama lo alcanzó en el París de Luis XIV y Luis XV y fue un coche muy seguro que tenía los juegos delantero y trasero unidos por dos varas o flechas que le dieron mucha seguridad en caso de avería. En España se desarrolló un modelo de 4 plazas y pescante, muy común en el Madrid de Carlos III, tirado por 2 caballos y a veces hasta por 4 o 5 mulas enganchadas a la calesera, aunque hubo hasta 7 tipos distintos de berlinas.

Berlina coupé. Museo de Compiegne. Historia del Coche. Luis Soler. Ed. Cigueña. 1952 >

CALESA

Fue un coche muy popular en el Madrid ilustrado de los borbones, de origen centroeuropeo cuyo nombre procedía de la palabra "kolitza", diminutivo de "kola", carro o coche. En un principio se utilizó como vehículo ligero, de viaje, con 4 ruedas, capota en la parte trasera y suspendido por ballestas. Pero en España se desarrolló como un utilitario de 2 ruedas, abierto por delante y cubierto con capota de cuero .

Disponía de un asiento de 2 plazas y los laterales formaban un semicírculo alargado, cerrado por un toldo para resguardarse de la lluvia. Era tirado por uno o dos animales y uso se generalizó entre las clases más populares utilizándose mucho los días de campo o para recorrer distancias largas porque se adaptaba muy bien a los caminos difíciles de aquella España.

CALESÍN

Era un pequeño coche de 2 ruedas, con capota y ballestas en forma de C, cerrado por delante con cortinas de cuero, decorado y con un estrecho asiento de 2 plazas. Fue un carrueje más ligero que la calesa tirado "por caballos andaluces, cuyos crines ser adornaban con cintas de diferentes colores, y a veces con gasa de plata".

El conductor solía colocarse sentado o de pie y circulaban "a la carrera por el campo, pero dentro de Madrid sólo al paso". Cuentan que "de las portezuelas de la mayoría de ellas se desprendía, cuando bajaban señoras, un cuero que llegaba hasta el suelo para que no se les vieran los pies". El alquiler costaba de 20 a 24 reales diarios. De parecidas características fueron otros dos modelos de coche llamados volante y cabriolet.

BIRLOCHO
El birlocho fue un vehículo muy utilizado en la Villa y Corte y los hubo de varias clases: de 2 o 4 ruedas; con y sin capotas; para guiar el coche desde el interior o enganchados a 2 caballos y conducidos por el cochero; de 2 o 4 asientos y hasta descubiertos o con caja similar a la berlina.
LANDÓ Y LANDOLET

< Landolet. Depósito de la Remonta de Écija. Sevilla

El landó fue bautizado con este nombre porque empezó a realizar el recorrido Viena-Landau a finales del siglo XVIII. Tenía 4 plazas, dos frente a frente, con capotas de cuero desplegables, doble suspensión de resortes de acero y correas de soporte para sujetar la caja. Posteriormente se fabricó un modelo más ligero y hasta una versión más pequeña llamada landolet.

 

Landó del siglo XVIII. Museo de Hervás. Cáceres >

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FAETÓN, GÓNDOLA Y FURLÓN

El faetón fue un coche descubierto, de 4 ruedas, alto y ligero. Era tirado por uno o dos caballos y hubo 2 modelos: gran faetón y faetón jardinera. El primero tenía 2 asientos laterales para 2 personas y para ello eliminó el asiento posterior destinado para el lacayo o mozo; el segundo fue un coche de 4 ruedas, abierto, de 4 o 6 plazas y de acceso trasero. Lo tiraban de 2 a 5 animales y fue el carruaje que durante mucho tiempo prestó servicio de Madrid a los Reales Sitios como Aranjuez o El Pardo.

Por su parte la góndola fue otro de los vehículos que también hacía el trayecto Madrid-Reales Sitios. Era tirado por 7 u 8 mulas y contaba con 12 o 14 asientos. Mucho más popular y económico que el faetón, fue uno de carruajes más rápidos y cómodos de finales del siglo XVIII. Por último, otro modelo muy popular en las calles y caminos de Madrid fue el furlón, vehículo de 4 asientos, cerrado con puertecilla y caja colgada por correones.

GALERAS Y TARTANAS

La descripción de un viajero británico puede ser la mejor orientación para tener una idea de cómo era este tipo de carruaje: "La galera no es ni más ni menos que un enorme furgón, o mejor dicho, una pequeña casa colocada sobre cuatro ruedas, de una construcción tan sólida que parece tener desconfianza del tiempo.

Solamente el bastidor era de amdera; de los laterales colgaban esteras de esparto o paja y el fondo, en lugar de estar entablado, consistía en una red de cuerdas sobre la que se apilaba la carga. Los pasajeros eran acomodados como fardos hasta hallar la postura conveniente.

Todo era tapado por una cubierta de hierro sujeta por aros de madera y cañas transversales, y las aberturas de atrás y delante eran cerradas a placer por medio de unas cortinas de esparto...".

La tartana fue un otro coche que circuló por las calles de Madrid aunque con menor presencia que otros modelos. Era un carruajes que cumplía las funciones de galera y diligencia aunque mucho más cómodo. Los hubo de 2 y 4 ruedas, de acceso trasero y con capacidad para 8 o 10 personas

www.madridcarruajes.com / javier leralta ©